La problemática sobre el uso eficiente de la energía en el ámbito de la construcción no sólo se ubica en la agenda pública sino también en el sector privado y, en ambos casos, las ventanas de PVC con DVH tienen un papel protagónico.
En este contexto precisamente, debe entenderse la Estrategia Nacional de Vivienda Sustentable, desde donde se están elaborando medidas para desarrollar prácticas en materia de construcción eficiente, tanto en el sector público como privado. El objetivo último es asegurar la construcción de viviendas de calidad, durables y sustentables.
A fines de 2019, durante la segunda jornada nacional de etiquetado de viviendas que se llevó a cabo en el Consejo Profesional de Ingeniería Civil, se presentaron los avances de las primeras experiencias de viviendas eficientes. Un dato central fue la utilización de ventanas de PVC con DVH.
El proyecto de implementación de la norma IRAM 11900 tuvo inicio en 2017 y las primeras pruebas piloto se están llevando a cabo en las ciudades de Rosario, Santa Fe, San Carlos de Bariloche, San Miguel de Tucumán y Tafí del Valle, Mendoza y Godoy Cruz, y Salta. Por medio de estos ensayos se han realizado distintos ajustes, con el objetivo de garantizar su correcta adaptación en todo el territorio nacional, contemplando las particularidades climáticas, socio-económicas y de prácticas constructivas locales.
A su vez, se ha podido definir las primeras escalas de letras en seis regiones del país, generando las bases para el desarrollo de futuras normativas. La clasificación se divide en siete clases de eficiencia energética y se indican en orden alfabético, de la A a la G, y con colores, del verde al rojo. Las ventanas de PVC con DVH ocupan el primer lugar.
